No, no hay que dar las gracias sólo a la República

Nuestro reconocimiento hoy, 14 de abril, aniversario de la proclamación de la República, es para Clara Campoamor y para todas las mujeres y hombres que lucharon con ella para conseguir que la Constitución republicana reconociese los derechos de la mujer, derechos que a día de hoy hay que seguir defendiendo e intentando que puedan ser ejercidos por todas las mujeres del mundo.

Clara Campoamor, llamada por sus compañeros republicanos “Clarita”, intentando minimizar su persona y su discurso mediante la infantilización de su nombre, tuvo que luchar de firme para conseguir que sus propuestas feministas simplemente se oyeran entre el maremágnum de protestas y abucheos que se producía en las Cortes republicanas cada vez que se atrevía a exponer su programa.
Y no sólo eran los bancos de la oposición derechista y clerical los que boicoteaban el discurso de Clara Campoamor, porque muchos de los diputados republicanos tampoco aceptaban sus reivindicaciones, tachándolas de excesivamente feministas; y de este rechazo , aunque parezca mentira, participaban muchas mujeres. Una de ellas, la política republicana Victoria Kent, se opuso públicamente al voto femenino con argumentos que hicieron mucho daño a la causa de la mujer.

Hay que reconocer que el programa de gobierno presentado por Clara Campoamor era ambicioso y recogía reivindicaciones que todavía hoy, en el año 2010, siguen siendo discutidos e incluso negados en muchas sociedades. El programa planteaba:

 Derecho al voto femenino
 Derecho de la mujer a decidir sobre su maternidad
 Ley de Divorcio
 Ley del derecho del niño y de la niña
 Investigación de la paternidad
 Abolición de la pena de muerte

Tras una intensa campaña (durante la que fue acosada y agraviada de continuo), logró salir diputada, y formó parte de la Comisión Redactora de la Constitución Republicana, lo que paradójicamente le costó ser expulsada de su propio partido, el Republicano Radical; pero consiguió articular un movimiento feminista que desde la calle, las asociaciones y las Cortes luchó para que la Constitución recogiese estos derechos, y esto se logró mediante un esfuerzo incansable de divulgación y propaganda y enfrentándose valientemente a los detractores de los derechos de la mujer.

Ningún régimen, ni siquiera el republicano, regaló jamás a la mujer sus derechos. Mientras exista una sociedad patriarcal, seremos las mujeres las que tendremos que luchar para conseguirlos, sin dejar ni por un momento de defenderlos. No se puede, pues, bajar la guardia: nos queda todavía mucho camino por recorrer y muchos frentes en los que trabajar para conseguir ocupar el puesto que nos corresponde, en verdadera igualdad, a día de hoy.

14 de Abril del 2010

Orosia Castán Lanaspa. GRUPO VERDAD Y JUSTICIA (Valladolid)