Domingo Alcázar Navia
En Tudela se casó, formó una familia y se afilió a la Casa del Pueblo y al Partido Socialista.
Nació en Navalmoral de la Mata (Cáceres) en 1903.
Como a la mayoría de los jóvenes de su generación, le tocó hacer el servicio militar en Marruecos, donde fue herido dos veces en campaña, siendo por ello considerado por el Ejército como un héroe de la patria.
A su regreso se presentó a una plaza de Guarda de Campo, y fue destinado a Tudela de Duero en el año 1930. Después de las violentas experiencias vividas en plena juventud, Domingo era un hombre pacifista que creía que la palabra y los argumentos eran las mejores armas para cambiar el mundo.
En Tudela se casó, formó una familia y se afilió a la Casa del Pueblo y al Partido Socialista.
Al producirse la sublevación franquista, Domingo fue detenido y encarcelado en Valladolid. Allí sería sometido a juicio, acusado de “Rebelión militar”. La condena fue a muerte.
Domingo tenía un hijo de apenas año y medio, y su segunda hija nació estando él encarcelado.
A pesar de la falta de pruebas y de sus declaraciones de inocencia, el día 2 de marzo de 1937 fue conducido al paredón de San Isidro y fusilado junto con la mayoría de la Corporación Municipal de Tudela de Duero.
Sus restos fueron arrojados a la fosa común del cementerio de Valladolid y cubiertos con cal viva.